
Soy escritora y compositora judía colombo-israelí.
Nací en Bogotá, Colombia, el 20 de abril de 1971, en el seno de una familia
profundamente ligada al arte, la filosofía y la cultura.
Crecí rodeada de escritores, pintores, músicos, humanistas, filósofos, comunicadores, catedráticos y empresarios. Una familia culta y sensible, que dejó en mí una huella imborrable.
Mis padres, Eduardo Ángel, humanista de profesión, y Gloria C. de Ángel, filósofa y catedrática de español, marcaron mi vida con su ejemplo de amor al conocimiento y a la palabra. Ellos me dieron la mejor educación que una niña puede recibir, y por ello guardo una gratitud inmensa.
Uno de mis recuerdos más vivos, fué verlos leer cada día de sus vidas. El hogar de la familia Ángel era, en sí mismo, una gran biblioteca: cientos y cientos de libros poblaban las estanterías y rincones. Ese universo de letras fue el paisaje de mi infancia.
Mi padre solía llamarme todos los días para que me sentara a leer con él. Corregía mi dicción, me enseñaba a interpretar lo que leía y me transmitía, sin saberlo, una pasión que más tarde se convertiría en el motor de mi propia vocación.
Hoy, cuando miro atrás, sé que aquellas lecturas y aquellos momentos familiares fueron la raíz de mi camino como escritora y compositora.
Ellos eran muy exigentes con el estudio de idiomas. El inglés, era muy importante en casa, idioma que aprendimos de niñas.
Unas de las mejores anécdotas que más adelante se cumplieron, fue que mi padre me exigió estudiar francés, idioma que hablaba a la perfección por estudiar en un colegio suizo.
En el colegio, fui una niña promedio. Buena estudiante en Arte, Música e idiomas, y pésima en Matemáticas. Pero, por llevarle la contraria, reprobé, además de Matemáticas, Francés. Me llamó y me preguntó:
—¿Por qué has reprobado Francés?
Y yo molesta le dije:
—¡Porque yo no voy a usar ese idioma, papá! ¡Tú y tu obsesión con el francés!
Mi padre, enfadado, me contestó:
—¡En un futuro, vas a tener una familia francesa y todo tu entorno será francés!
Me reí irónicamente.
—¡Eso ya lo veremos, papá!
Y, voilà, lo otro ha sido historia.
Otra de las anécdotas fue el día que me fui a un campamento en Miami de natación. Tenía en ese entonces 10 años.
Mi papá escribió en el documento de entrada al campamento que uno de mis gustos era escribir poesía.
Yo me enfurecí.
—Padre, yo no escribo poesía. Eso es para gente mayor. ¡No seas ridículo!
—Verás, hija —contestó—. Tú vas a escribir poesía.
—¡Ni de fundas, papá!
Y mírenme.
Mi padre predijo las cosas más importantes de mi vida.
Las actividades de niña junto con mi familia eran ir a museos, conciertos de música clásica, teatro, librerías y viajes para aprender de cultura. Eso eran las actividades primordiales en nuestra vida. Vi a través de los años que ser creativa no solo venía de familia, sino de educación.
Viví y crecí entre Miami, Nueva York (Estados Unidos) y Bogotá (Colombia), y hace 12 años vivo en la ciudad de Jerusalén (Israel), mi casa, mi hogar, mi destino favorito. Vivo inmensamente feliz al lado de mi mejor amigo y compañero de vida, mi esposo, el maestro y compositor franco-israelí Patrice Avraham Lumbroso.
Soy una mujer multicultural, con una personalidad dulce, asertiva, resiliente ante las adversidades, extrovertida, sensible, espiritual, muy entregada a mi familia, a la ayuda humanitaria y a la protección de los animales.
Amo la cábala, la Torá, la sanación espiritual y alternativa. Soy el mar y amo nadar, la música, el arte, las cosas creativas y el bordado y, por supuesto, escribir.
Estoy confinada a la vida interior. ¡Claro, de mi casa! Soy demasiado hogareña. Tengo una personalidad de escritora muy contemplativa.
Escribir no es un talento, es un regalo de Di-s.
¡Gracias al Creador por esta maravilla!
Además, amo la vida en paz, reírme de las cosas sencillas de la vida y bromear actuando e imitando pendejadas.
La gente me dice que soy una mujer muy chistosa. ¡De verdad, se me ocurren unas cosas!
La felicidad y la alegría son cosas primordiales en el ser humano.
Amo Israel, es mi vida. Jerusalén es mi hogar, y Netanya, nuestra Riviera Francesa en Israel. ¡Amo mi país!
Somos una nación unida y muy pero muy resiliente y muy pero muy asertiva y espiritual.
Di-s es el centro de nuestras vidas, pero además somos respetuosos por la libertad de la libre expresión y personalidad de todos los nuestros.
Soy Ahava Lumbroso, una mujer altamente creativa que no para de soñar.
Desde muy niña inicié mi camino artístico y musical de la mano del maestro y compositor Germán Borda, quien me transmitió el amor por la música.
Formación artística y académica:
Formación musical y vocal:
Formación complementaria:
Mi relación con el español fue más que una herencia: fue un legado de amor.
Mi madre, profesora de expresión oral y escrita en la Universidad de los Andes (Bogotá), me transmitió la pasión por el idioma. Para ella, hablar español era un honor, pues sus padres eran oriundos de Santoña, España.
En mi familia paterna también corría la poesía: mi abuelo y mi bisabuela fueron escritores. Mi abuelo incluso se ganaba la vida en el colegio escribiendo cartas de amor para sus compañeros y corrigiendo estilo y ortografía.
Desde niña tuve la fortuna de formarme con grandes maestros. En primaria me marcó profundamente Yolanda Reyes, reconocida escritora infantil y juvenil, fundadora del jardín literario Espantapájaros, quien me inculcó el amor por la palabra y la literatura.
Más adelante, el maestro Rodrigo Arguello me premió como la mejor estudiante de español, reconocimiento que selló para siempre mi camino en las letras.
Hice estudios de poesía en La Casa de Poesía Silva, con maestros prestigiosos en la poesía hispanoamericana, como Juan Manuel Roca, de Colombia, y Alberto Rodríguez Tosca, de Cuba; (Bendita sea su memoria) y en la escuela de escritores de Madrid, España, con el maestro Luis Luna.
Obtuve el primer puesto en el concurso nacional de poesía, en Colombia, Eduardo Carranza 2009 con mi poema En el silencio raspaste las sombras.
He tenido publicaciones de mis cuentos y poesías en algunas revistas literarias y lecturas de poesías en algunos eventos.
En la actualidad, soy escritora, compositora, locutora y sanadora holística cuántica y coach para mujeres, con situaciones emocionales.
Ahava Lumbroso
Reseña de Alberto Cerezuela Director de La editorial Círculo Rojo.España
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